martes, 18 de mayo de 2010

Calcenada de Primavera (Aviso: Crónica ROLLO)

Aún no eran las 5 de la mañana cuando sonó el despertador. Todo estaba ya listo. A desayunar, café al termo para antes de empezar, ducha y al punto de encuentro con más sueño que otra cosa.
Vamos dalvarez y yo, y con la cháchara se nos hace corto el viaje. Justo cuando el coche llega a Calcena, empieza a pitar la alarma de temperatura baja (4ºC). Vaya fresquito para estar a mitad de mayo.
Nos cambiamos antes de nada. La hierba está fría y húmeda. No paran de llegar coches.
Una vez cambiados nos tomamos el cafecico caliente del termo, parada técnica en unos WC portátiles que han puesto, y a la plaza del pueblo a buscar el dorsal.
Bastante ambiente ya, aunque no es nada en comparación con lo que luego se pondrá, puesto que hay más de 700 inscritos.

Nos duele no aprovechar el chocolate caliente, los bizcochos y el moscatel, que apetecen y más con el frío que se nos va metiendo en el cuerpo.
Leemos que los corredores salen al final del todo. Así que después de recoger el dorsal buscamos un sitio abrigo al sol, desde donde además se domina la plaza. La gente ya lleva saliendo desde las 8:00.

Cuando ya casi no se ve jaleo decidimos salir. Deben de ser las 8:45 o así.

Empezamos tranquilos, sin forzar en ningún momento, aunque los repechos nos hacen subir el corazón más de lo deseado. En el primer avituallamiento no paramos, ya que se hace pesado estar pasando gente todo el rato: hay que hacerlo con cuidado, esperando si no te dan paso y agradeciendo cuando te lo dan (hay que recordar que esto es una andada, y no una carrera, y a los corredores nos ven la mayoría como unos frikis que molestan).
Continuamente adelantando grupos de andarines coronamos el primer repecho, luego una bajada suave por sendero, donde nos alcanzan dos corredores. Éstos nos pasan en un tramo llano que recorre un barranco bastante amplio. Al final de éste empieza la subida dura, antes de la cual nos quitamos algo de ropa. Los otros van con el turbo echado y desaparecen rápido; iban en manga corta, así que luego pasarían algo de fresco; no me extraña que pararan poco. Después de llegar nos enteramos que hicieron el recorrido en unas 3 horas.
A medida que ascendemos, andando, pero a un ritmo muy ligero que nos lleva las pulsaciones a 150-160, la cosa va refrescando y el viento empieza a entrar fuerte y frío.
Llegamos al segundo avituallamiento, muy expuesto al viento, donde la gente se arremolina al abrigo del edificio y de los 4 coches de la organización que hay. Viene un olor a panceta tentador, aunque nos conformamos con alguna de las marranadas que llevamos y con un trago de Aquarius. Nos abrigamos para afrontar el final de la subida, que va por un cortafuegos muy expuesto al viento que se las trae, y que nos llevará hasta los 1500 metros. A partir de aquí, cada vez son menos los andarines que vamos pasando.

Una vez que se corona, el primer tramo de bajada discurre por la otra parte del cortafuegos. Voy reteniendo, y apoyando bastones, intentando no castigar mucho los cuádriceps. Poco después empieza una pista muy agradable de correr, picando hacia abajo, y al abrigo del viento, que nos hace disfrutar bastante.
En el siguiente avituallamiento paramos y nos ofrecen caldo caliente, jamón, queso,... Nos conformamos con una barrita, y unos minutos de conversación con un señor que se ve orgulloso de que tante gente esté disfrutando del entorno de su pueblo, y de poder colaborar con esa prueba.
Ya al arrancar se nota la protesta de las piernas, pero aún queda un buen trozo por delante.
Seguimos bajando, algún repecho, aún adelantamos a algunos andarines, aunque son ya los que han salido en plan fiera. La pista sigue hasta el kilómetro 20, donde hay otro avituallamiento y el terreno cambia bastante. Se cruza un río y el recorrido nos lleva por senderos poco transitados, bastante verdes, a buscar la carretera. Parada de cortesía en el último avituallamiento, con grifo de cerveza incluido, y cruzando la carretera y el río Isuela, con el pueblo a la vista, afrontamos los últimos 4 Km. Éstos van por un sendero sube y baja que hacemos corriendo suave, ya pensando en el final.

Llegamos al pueblo con 3 horas 22’
Luego el GPS me dijo que estuvimos parados entre pitos y flautas 39 minutos.
Echamos un trago de Aquarius, pasamos a recoger la bolsa, y al coche a cambiarnos y estirar.
Desde el prado usado como aparcamiento vemos la gente llegar con cuentagotas (los últimos llegarían sobre las 4 de la tarde), algunos tocadillos, ya que los 26 Km y más de 1000 metros de desnivel positivo hacen mella en los cuerpos menos preparados.
Vamos para el pueblo de nuevo, a hacer tiempo hasta la comida, echamos un aperitivo, y después a comer, en una carpa medio vacía, ya que faltaba aún mucho personal por llegar.
Después rematamos el café del termo sentadicos en el prado, al abrigo del viento, y aunque lo que apetece de verdad es tumbarse a echar una siesta, tiramos para casa, que habrá que fichar.

Resumen: buen día, buen entreno y mejor compañía.
Todas las fotos en Calcenada de Primavera. Fotos Chema

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