A las 5:15 salgo del hotel. Estaba cayendo una tormenta fuerte, que hizo que algunos corredores no se presentaran a la salida de la 2ª etapa, pensando que no era muy halagüeña la perspectiva de un día tormentoso acabando a más de 1700m de altura.
En el polideportivo está preparado el desayuno. Se oye fuerte llover sobre el tejado, e incluso se va la luz. El día parece que promete. Nos miramos los unos a los otros como diciendo <<¿pero qué hacemos aquí?>>
Sin embargo, sobre las 5:45 para de llover y la temperatura es agradable; no debe de bajar de 13 o 15ºC.
A las 6:15 la salida. Me planteo no pasar de 130 puls, al menos hasta Lafortunada (Km. 23), que es donde empieza lo duro. Pablo sale a mi ritmo, aunque él se encontraba mejor un poquillo más aprisa, pero la sensación que manda es que hay que reservar, que quedan muchas muchas horas por delante. Manteniendo ese ritmo nos juntamos un grupillo de 10-12 personas, con las que seguimos la margen izquierda del Cinca, río arriba, hasta llegar al avituallamiento de Lafortunada bajo una lluvia fuertecilla.
Allí hago balance: piernas cargadas, pero normal para llevar 23 Km; voy mojado del todo, mezcla de sudor y lluvia, pero la temperatura es buena, y no hace viento, así que en vez de ponerme algo seco y chubasquero, opto por darme un poco de vaselina en brazos y pecho, y para arriba.
La subida es dura, y cuesta un poco adaptarse al ritmo de andada fuerte y a tirar de bastones.
Sobre el Km 28 se llega a Tella, final de la primera subida; allí nos juntamos con Alberto, del club organizador, y un grupito de 3 vascos, que ya se iban. Optamos por comer y descansar piernas y cabeza un par de minutos. Quedan 7 Km de bajada hasta Salinas.
En la bajada, Saoia (habitual en las carreras de Aragón, de 7:45 y Montañeros de Aragón) y otro mozo, que iban algo detrás del primero, se equivocan en un cruce, lo que les retrasa 15 o 20 minutos y los deja detrás nuestro. En ese mismo cruce Pablo y yo hemos dudado, pero tirando de GPS cogemos la opción correcta.
Más o menos a media bajada, Pablo me indica a lo lejos un punto corriendo, y me dice que ése es el que va primero. Según me dice después, fue decirme eso y apretar; no digo que no, ya que ví que íbamos recortando distancia y el cuerpo no se quejaba.
Fotografía de Monrasin (Corriendo por la Sierra)
Tras Salinas, un nuevo repecho de más de 400 metros de subida y unos 4 Km. Ahí tiro con los dos primeros. Pablo se ha quedado algo atrás, luego me enteré que con algún problema de estómago, del que se pudo recuperar.
En el Km. 41 está el avituallamiento de Sin. Llego primero, con el 2º pegado. Paro a quitarme las piedras de las zapatillas, llenar el Camel y comer, y salgo 6º de nuevo. Miro hacia arriba pero no veo venir a Pablo. En el avituallamiento estaba el novio de Saioa algo preocupado, que veía que no llegaba; le habían dicho que estaba perdida, y no podía contactar con ella por móvil.
De ahí un tramo picando hacia arriba por carretera hasta Serveto, en el que adelanto a los vascos y a Alberto; después subidas hasta algo antes de Gistaín (Km. 48). En ese tramo pillo al segundo, y luego Alberto nos echa el guante con mucha facilidad, dando un hachazo antes de Gistaín, donde le esperaba su hija.
De aquí al final ya fue sufrir, junto con "el triatleta" (fue el que ha quedado finalmente con menor tiempo en la suma de las dos etapas), con Alberto delante, al que veíamos de vez en cuando, mirándonos los dos, algo picados, y a la vez mirando atrás, no fueran a echarnos el guante el grupo de los 3 vascos, con los que luego nos enteramos que iba Saioa (vaya carrerón que hizo después de perderse y todo).
A falta de 1 Km, y ya sin Alberto a la vista (nos sacó 4 minutos en meta), nos meten un repecho impresionante. Al empezarlo me entraron hasta mareos y me quedé clavado. Así que tuve que parar, me eché un gel de los rápidos y para arriba. Detrás no se veía nadie, y al segundo ya no lo pillaba, así que a llegar.
La llegada impresionante. No me creía que ya no hubiera que seguir dándole después de 8h14'.
Pablo llegó justo después del grupo de los 3 vascos + Saioa. Un carrerón, y con mucha regularidad los dos días.
Finalmente, allí, ya en el refugio de Biadós, pude apreciar en todo su esplendor el paisaje que nos rodeaba. ¡¡Impresionante!!
La carrera, en su segundo día, sobre todo a partir del Km.30, transcurre por paisajes impresionantes. Además, el día, nublado, con lluvias intermitentes pero suaves, ayudó a que las condiciones fueran las ideales para correr y disfrutar.
No conozco más pruebas de este tipo, pero la organización me pareció excelente, con un trato muy cercano y todo con un exquisito trato a los corredores.
Como empezaba diciendo, el sabor de boca que me ha quedado es muy bueno, a pesar de haber tenido un sábado muy malo. Sin duda repetiría, tanto si optan por mantener el formato actual de dos etapas, como si pasan a una única etapa, más larga, pero con más montaña.
Ahora, a por otra.
IMPRESIONANTE CHEMA!!!
ResponderEliminarMenuda máquina. Enhorabuena, me alegro